Utilizar una cafetera de émbolo es la forma más sencilla para preparar un café en casa. El resultado es un café muy sabroso, con un fino sedimento y un buen cuerpo. Para esta cafetera necesitarás moler el café a un punto grueso. La cantidad aproximada será de una cucharada (8grs.) por taza. de café de unos 150ml.(siempre puedes adaptar estas cantidades en base a tu propio gusto).
¿Cómo lo preparamos?
1. Precalienta la cafetera y la taza que vayas a usar con agua caliente.
2. Añade la cantidad de café deseada en la cafetera.
3. Vierte el agua a una temperatura de unos 92ºC. (para eso los calentadores de agua eléctricos son perfectos). Al verter el agua lo debes de hacer de una manera contundente y para asegurarte de que el café se empape de una forma homogénea, la clave está en hacerlo con movimientos circulares. No llenes la jarra hasta arriba, ya que con muchos cafés frescos y recién molidos el volumen incrementa de manera considerable en forma de espuma. Se debe a la desgasificación del CO2 del café.
4. Después de que el café haya reposado durante unos 20 segundos, remuévelo con una cuchara para que la extracción sea del todo homogénea, además de deshacer la crema que se formó al echar el agua. Pon el filtro en la cafetera y lo dejas a unos 2 centímetros del agua.
5. Al pasar 3 minutos de reposo, saca la tapa con el filtro y remuévelo lentamente otra vez y pon la tapa con el filtro de forma correcta y presiónalo suavemente para desplazar el café molido hasta la base de la cafetera. Si al empujar notas que el café casi no hace resistencia significará que el café estaba molido muy grueso. Por el contrario, si notas que el café hace demasiada resistencia, significará que el café ha sido molido a un punto muy fino (cuidado si te pasa esto ya que con la presión el café puede salir por los laterales del filtro y te encontrarás con un café de textura arenosa).
6. Tu café está listo para tomar.