Se consume en todo Oriente Medio y se prepara en el cezve, una típica jarra de cobre y latón con un largo mango. Para obtener un perfecto café a la oriental se necesita café molido muy fino. La tradición prevé la utilización de un molinillo de latón, para conseguir un polvo impalpable como el azúcar glasé. Se bebe en pequeñas tazas bajas cuando el polvo se ha depositado completamente.
¿Cómo se prepara?
• Verter la dosis de agua en el cezve (alrededor de 50 ml por taza)
• Añadir azúcar al gusto, según el grado de dulce deseado, y mezclar para que se deshaga.
• Llevar a ebullición, después quitar el cezve del fuego y añadir una cucharadita de café por persona más uno
• El café se hierve dos veces seguidas, quitando el cezve del fuego entre una ebullición y otra, y eliminando la espuma que se forma mezclando bien
• Antes de servir el café, añadir una cucharada de agua fría para acelerar el depósito de polvo de café en el fondo y verterlo después en la taza sin filtrarlo.